El parto se desarrolla en tres fases o periodos: dilatación, expulsivo y alumbramiento.
El periodo expulsivo es la fase del parto en la cual el útero se contrae para expulsar al niño al exterior. La cabeza del bebé va rotando y avanzando por el canal del parto. Posteriormente, el ginecólogo o la matrona girarán la cabeza del niño extrayendo los hombros.
Antes de que salga la cabeza del bebé es muy importante la protección del periné. En caso de considerar que el periné no distiende bien, el médico realizará una episiotomía.
La duración de este periodo depende de varios factores pero, generalmente, el tiempo que se suele estar empujando en el paritorio va desde los diez minutos hasta la hora.
En los cursos de preparación al parto nos enseñarán, entre otras cosas, a prepararnos tanto física como psicológicamente para este momento. Un entrenamiento previo individualizado nos ayudará a que el expulsivo sea más fácil y rápido.
En el paritorio nuestra colaboración será fundamental de tal manera que podremos seguir las indicaciones del ginecólogo y la matrona para ayudar a nacer a nuestro hijo. Esto es especialmente importante en el caso de la anestesia epidural ya que nuestro control muscular será menor y serán ellos los que nos indiquen cuándo debemos realizar el esfuerzo. Nuestra colaboración siempre es necesaria incluso en los expulsivos más difíciles, en los que se hace necesaria una mayor intervención médica.
Por lo general, para la mayoría de las mujeres las contracciones de expulsión suelen ser menos dolorosas que las de la dilatación. Por otro lado, con la epidural puede que sintamos cierta presión y cómo sale el niño por la vagina, pero no dolor.
No queda nada para que podamos ver y sentir a nuestro bebé.
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¡Felicidades, mamá!
El diario del bebé
Ante cualquier duda consulte siempre con su médico o pediatra.
