Llegó el gran día y nació nuestro bebé, ¡felicidades!. Tras unos días en la maternidad, ya está en casa con nosotros. Se inicia ahora ese periodo de adaptación en el que vamos a ir conociendo poco a poco a esa personita que es nuestro hijo. Seguramente habremos leído mucho sobre sus primeras semanas de vida, su primer baño, el establecimiento de la lactancia o, en su caso, la preparación de los biberones. Pero ¿qué sucede ahora con la nueva mamá?
CÓMO SE ENCUENTRA LA MAMÁ
El cuerpo necesita recuperarse. Es normal sentirnos cansadas o incluso tristes en algunos momentos, ya que estamos viviendo una gran transformación hormonal para recuperar el equilibrio previo al embarazo. Es importante tener ayuda en casa; en caso de que no sea posible, lo importante es centrarnos en el cuidado del bebé y en nuestra recuperación. Hay que priorizar y relativizar: lo demás puede esperar.
Cada mujer, y cada postparto, son distintos. Pero a modo de perspectiva general, es habitual que sucedan muchas de las siguientes cosas. Ante cualquier duda, consultaremos con el ginecólogo o la matrona para quedarnos tranquilas.
- Extremaremos la higiene en el cuidado de la cicatriz de la episiotomía o la cesárea para evitar infecciones.
- Continúan las molestas contracciones uterinas. Los músculos pueden continuar doloridos y las piernas hinchadas.
- En caso de estar amamantando al bebé, los pechos están llenos de leche, congestionados e incluso pueden gotear.
- Puede haber pérdidas de orina.
- Durante una época seguiremos estando más cómodas con la ropa de embarazada.
- Pediremos cita para una revisión con el ginecólogo o la matrona durante las seis semanas posteriores al parto.
- Consultaremos con el médico en los siguientes supuestos: aumento de pérdida de sangre o eliminación de coágulos, fiebre y zonas duras o manchas rojas en las mamas.
- Estar cansada, triste o los cambios rápidos de humor son habituales. Es probable que comentar este hecho con nuestra pareja nos alivie, a la vez que él se siente más útil.
- Evitaremos agobiarnos con las tareas domésticas; es el momento de delegar y aceptar la ayuda de familiares o amigos.
- Empieza el papeleo: hay que inscribir al recién nacido, añadirlo a la cartilla sanitaria o a la póliza del seguro médico. Resulta muy práctico recopilar toda su documentación en la misma carpeta y tenerla a mano.
- Concertaremos la primera visita del bebé al pediatra.
- Si aún no hemos pensado en ello, es importante resolver quién cuidará del bebé más adelante, sobre en caso de incorporarnos a la vida laboral: nosotros, familiares, una cuidadora a domicilio o una escuela infantil.
*Si te ha resultado interesante este artículo, te animamos a seguirnos en Facebook y Twitter.
El diario del bebé
Ante cualquier duda consulte siempre con su médico o pediatra.
