El Diario del Bebé.
El yodo es vital para el adecuado metabolismo de las células, en pocas palabras, para el proceso de convertir alimentos en energía. En el caso de las mujeres embarazadas y lactantes el yodo es esencial para el desarrollo del cerebro del bebé.
Los seres humanos necesitamos el yodo para el buen funcionamiento de la glándula tiroides y para producir el desarrollo de hormonas tiroideas, también juega un papel muy importante en el desarrollo y crecimiento de todos los órganos, muy especialmente del cerebro.
Uno de los problemas que puede ocasionar una dieta faltante de yodo por un tiempo prolongado es el hipotiroidismo.
La deficiencia de yodo ataca más comúnmente a hombres que mujeres y es todavía más común en las mujeres embarazadas, ahí es donde da lugar al hipotiroidismo materno que puede inducir al aborto o causar problemas de aprendizaje en los niños nacidos de estas mujeres, es por eso que deben ser tratadas.
Esta deficiencia puede afectar también el desarrollo de otros órganos y puede causar retrasos de crecimiento intrauterino, hipoacusia permanente y varios defectos congénitos.
En las mujeres embarazadas y lactantes las necesidades de yodo suben hasta 250 g/día por lo que es necesario un suplemento extra de yodo en la forma de yoduro potásico.
Según instituciones de la importancia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Unicef y el Consejo Internacional para el Control de los Trastornos por Déficit de Yodo, para evitar el déficit de este nutriente se debe consumir habitualmente sal yodada y aportar un suplemento extra de yodo para las mujeres embarazadas, lactantes o que estén planeando un embarazo.
Algunos alimentos que se pueden incluir en la dieta y que además son ricos en yodo son: el bacalao, el róbalo y el alga parda, entre otros.
El yodo es fundamental para llevar un embarazo saludable, es por eso que se debe acudir con el especialista para diseñar una dieta adecuada a tus necesidades.
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Ante cualquier duda consulte siempre con su médico o pediatra.
