Coincidiendo con la revisión de los dos meses de vida del bebé, se nos plantea la posibilidad de vacunarle frente al rotavirus. Por lo general, el pediatra nos habrá informado con anterioridad de la no obligatoriedad de dicha vacuna, además del hecho de que no se encuentra cubierta por la Seguridad Social. Es por tanto, una decisión que deben tomar libremente los padres y que suele ocasionar algún que otro quebradero de cabeza. Pero, ¿qué es exactamente el rotavirus?.
El rotavirus en un virus que causa gastroenteritis, es decir, una infección aguda que suele durar de cuatro a ocho días caracterizada por vómitos, diarrea, fiebre y dolor abdominal. La complicación más importante es la deshidratación, que supondría el consecuente ingreso hospitalario.
El contagio de este tipo de gastroenteritis es muy alto ya que puede darse tanto por contacto con manos y objetos contaminados, como por contacto con las heces. El periodo de contagio puede ir desde cuatro días antes del inicio de los síntomas (periodo de incubación) hasta ocho días después. Esto hace que se transmita frecuentemente en escuelas infantiles, colegios, salas de espera, consultas pediátricas y salas de hospitalización pediátrica.
Se estima que el 95 por ciento de los niños sufrirá al menos un episodio de gastroenteritis por rotavirus entre los tres y cinco primeros años de vida, con cuadros más graves en los lactantes de seis a doce meses de edad. Por esta infección, uno de cada siete niños del total de la población de estas edades acudirá a su médico y uno de cada cincuenta y cuatro deberá ser hospitalizado. Estos datos determinan que la gastroenteritis por rotavirus es en la actualidad la causa más frecuente de ingreso hospitalario por diarrea y vómitos.
A lo largo de los últimos años las medidas generales de saneamiento, la mejoría de la nutrición infantil y la universalización de la lactancia materna no han sido suficientes para disminuir la frecuencia y complicaciones de la gastroenteritis por rotavirus. Además, no existe en la actualidad ningún tratamiento antiviral específico para esta infección. Por lo tanto, la búsqueda de una vacuna para la prevención de esta infección ha sido una de las prioridades sanitarias de la OMS y una vez conseguida, la mayoría de comités de expertos en vacunación infantil han recomendado su aplicación.
En la actualidad existen dos vacunas frente a rotavirus: Rotarix® y Rotateq®. Ambas vacunas han mostrado una eficacia cercana al 100 por cien frente a las gastroenteritis graves por rotavirus y del 80 por ciento frente a cualquier forma de este tipo de gastroenteritis (graves y leves). Además, sus efectos adversos no han sido más frecuentes que los grupos placebo.
Con motivo de la detección en 2010 de fragmentos de ADN de virus porcinos (circovirus) en la vacuna Rotateq®, se inició una investigación que concluyó con la decisión de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) de volver a la normalidad en la utilización de dicha vacuna y permitir de nuevo la liberalización de lotes.
Las dos vacunas comercializadas se administran por vía oral, pero la pauta o número de dosis necesarias para una vacunación completa es distinta. Así, Rotarix® se administra en dos dosis con una separación de cuatro semanas y Rotateq® se administra con la misma separación pero en tres dosis.
La vacunación debe iniciarse a las seis semanas de vida y no puede administrarse más allá de las 24 semanas en el caso de Rotarix®, y de las 26 semanas en el caso de Rotateq®. Por lo tanto la pauta de vacunación con Rotarix® no puede empezarse más allá de las 20 semanas de vida (primera dosis a las 20 semanas y segunda dosis a las 24 semanas) y la pauta con Rotateq® no puede empezarse más allá de las 18 semanas (por ejemplo, primera dosis a las 18 semanas, segunda dosis a las veintidós semanas y tercera dosis a las veintiséis semanas).
Si se inicia una pauta de vacunación con una de las dos vacunas debe continuarse siempre con la misma marca comercial ya que no existen trabajos de eficacia ni de seguridad intercambiando ambas vacunas.
El pediatra nos informará sobre los casos en los que la vacuna frente a rotavirus está contraindicada. Si el niño está con fiebre o se siente enfermo el día de la vacunación debe posponerse la vacuna, aunque los niños con una enfermedad leve, como un resfriado, pueden recibirla.
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El diario del bebé
Ante cualquier duda consulte siempre con su médico o pediatra.
