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La alimentación de los niños en los meses de calor
Por Redacción, 03-07-2019 00:15:00

El Diario del Bebé.

 

La llegada del verano supone un cambio de vestuario, de actividades, de horarios y, cómo no, de alimentación. El calor de estos meses nos obliga a prestar especial atención a la dieta de los más pequeños que, por lo general, suelen tener menos apetito. Además, al realizar mayor actividad física es necesario adecuar el menú para que no les falte de nada.

 

 

PAUTAS PARA UNA BUENA ALIMENTACIÓN EN VERANO

 

El verano ofrece muchas posibilidades para una alimentación sana y equilibrada. Estas son algunas ideas para que los niños gocen de buena nutrición también en la estación estival.

 

  • Comenzar el día con un buen desayuno: deberá incluir leche, cereales, zumos o piezas de frutas, siempre en consonancia con la edad del niño.

 

  • Apostar por los platos fríos: una opción perfecta con la que combatir las altas temperaturas, sin dejar de garantizar una alimentación equilibrada para los niños. La cocción de los ingredientes en las cremas y sopas frías disminuye el riesgo de enfermedades a la vez que favorece su digestiónHidratan el organismo, abren el apetito, son fáciles de comer y su variedad permiten llevar una dieta más completa y equilibrada. Algunas ideas: zanahoria, calabaza, calabacín, manzana, queso o remolacha.

 

  • No olvidarnos de las verduras: son un primer plato completo y nutritivo tanto para las comidas como para las cenas. Combinan muy bien con pasta, arroz, huevos o como guarnición.

 

  • Aprovechar las frutas de temporada: además de resultar muy apetecibles por su sabor dulce, contienen gran cantidad de vitaminas y minerales necesarios para el desarrollo del niño. Su facilidad de transporte y su gran versatilidad (en batido, en zumo, con yogur, con queso fresco, en macedonia) las convierten en el postre o la merienda ideal. Los zumos y batidos naturales son un alimento completo, depurativo y revitalizante, con vitaminas y calcio (en el caso de los batidos).

 

  • Sandwiches y bocadillos como base de una merienda completa: Al alargarse la tarde, la merienda es fundamental para reponer fuerzas y evitar bajadas de glucosa como consecuencia de la mayor actividad física realizada. Si además los acompañamos de yogures y zumos, son una buena alternativa para completar la alimentación de verano de los niños.

 

  • Granizados y helados naturales y caseros: Elaboraremos los granizados con hielo picado o agua helada, añadiéndole fruta que aporta vitaminas y sales minerales. Al contrario que el helado, no contienen ni colesterol ni grasa. Por otro lado, los helados constituyen una gran fuente de calcio, vitaminas A, B, C, D y proteínas. Además, en los caseros evitamos conservantes, colorantes, edulcorantes y aromas artificiales a la vez que controlamos la cantidad de azúcar, leche y fruta que añadimos. Son recomendables a partir de los 24 meses, pero no más de uno al día.



6 CLAVES A TENER EN CUENTA

 

#1. Si el bebé tiene menos de seis meses y todavía no ha comenzado la alimentación complementaria, las tomas de pecho deberían ser más frecuentes y las de biberón reforzadas con agua mineral. Además, respecto a la leche de fórmula hay que tener en cuenta dos opciones:


  • Si se prepara con antelación, deberá conservarsea 4ºC o menos en el frigorífico durante no más de 30 horas y calentarse antes de la toma.

 

  • Si queremos prepararlo en el momento, conservaremos el agua caliente en un termo y añadiremos el preparado en el momento de la toma.

 

#2. Ofreceremos a los niños agua fresca a menudo, especialmente tras la exposición al sol. Los zumos y batidos naturales les mantendrán bien hidratados aportándoles los nutrientes necesarios para crecer sanos y fuertes. Ojo con las bebidas muy frías si están sudando o en plena digestión ya que podrían sentarles mal.

 

#3. Es recomendable que coman frecuentemente pequeñas cantidades de alimentos. Aumentaremos la ingesta de verduras y frutas frescas: son ricas en fibra y bajas en calorías, por lo que evitan el estreñimiento y la obesidad. Las formas de cocción ideales son al vapor, al horno y en papillote. Como condimento, aceite de oliva o limón; fuera de casa evitaremos la mayonesa y la nata.

 

#4. Es normal relajarse un poco en esta época, pero en el tema de la alimentación conviene establecer a los niños un horario vacacional y respetarlo. Por otro lado, enseñarles a masticar despacio favorece la digestión, evita los gases y otros problemas intestinales.

 

#5. Antes de bañarles en el mar o en la piscina, hay que respetar el periodo de digestión: entre hora y media y dos horas. Un corte de digestión puede ocasionar dolor abdominal, náuseas, vómitos y pérdida de conocimiento.

 

#6. Cuidar que los alimentos no pierdan la cadena de frío y extremar las precauciones en el transporte y almacenaje de la comida del bebé ya que en verano aumenta el riesgo de intoxicación alimentaria. Asimismo, aumentaremos las medidas de higiene a la hora de preparar los alimentos. En el caso de frutas y verduras es imprescindible lavarlas y pelarlas bien.

 

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