TAMAÑO DE LA LETRA 
Maximizar Fuente Minimizar Fuente

Esperando nuestro segundo hijo
Por Redacción, 13-04-2014 09:54:40

El Diario del Bebé.

La felicidad y el amor que supone tener un hijo son tan grandes que, en muchos casos, los padres quieren repetir la experiencia. Traer otro bebé al mundo supone mucha alegría y mucha dedicación, por lo que es conveniente que estemos convencidos de ello.


Hay varios factores que pueden influir en nuestra decisión y en el momento elegido para ello: la relación de pareja, la edad del primer hijo y nuestro vínculo con él, la situación económica y laboral o la ayuda de la que dispondremos. No existe el momento ideal sino que depende de cada pareja y sus circunstancias. Lo más importante es que los padres estén comprometidos con su decisión y pongan todo de su parte para que los niños crezcan felices en un ambiente sano.


Aunque ya no es la primera vez que pasamos por ello, enterarnos de que estamos embarazadas, nos colmará de ilusión. Prepararnos para la llegada del segundo hijo puede ser tan especial como la primera vez. Ahora, la situación, las responsabilidades y preocupaciones han cambiado con lo que es probable tener la sensación de que esos nueves meses pasan rapidísimo.


Es necesario preparar al hermano mayor para el feliz acontecimiento, siempre teniendo en cuenta su edad, y que quizá no entienda muy bien qué es lo que ocurre a su alrededor. Hay que evitar obsesionarse con el tema hablando constantemente de él porque le agobiaríamos sin necesidad.


 

¿CÓMO SERÁ EL EMBARAZO?


Tanto la concepción, el embarazo, el parto y el postparto vendrán cargados de emociones nuevas y síntomas distintos. Debemos ser conscientes del cambio que viene y de que aprenderemos a convivir y compaginar varios deseos y necesidades a la vez.


En nuestra primera visita al ginecólogo, nos pedirá que expliquemos cómo se desarrollaron tanto el embarazo como el parto anterior, y si hubo alguna complicación. Respecto a las pruebas médicas habituales, serán las mismas, aunque a veces se pueden evitar algunas analíticas si ya fueron positivas en la primera gestación (rubeola o inmunidad a la toxoplasmosis)

 

Aunque se dan todos los casos, lo habitual es que durante la segunda gestación acusemos más el cansancio, con lo que tendremos que cuidarnos más por el bien del bebé y para tener más energía. Es lógico teniendo en cuenta que ahora debemos atender a nuestro primer hijo. En este embarazo, muchas mujeres sufren pronto algunos síntomas molestos como hinchazón, náuseas, hemorroides o varices. Como molestias más comunes al final del mismo, señalamos los problemas circulatorios y el dolor de espalda.


Las mamás suelen notar antes los síntomas y en lo que casi todas parecen estar de acuerdo, es que el crecimiento del abdomen empieza a notarse desde el tercer mes.


En comparación con el embarazo del primer hijo, muchas mujeres suelen sentir al bebé antes, pero no todas, así que si ese es nuestro caso, no nos preocuparemos ni obsesionaremos con ello, pero sí podemos trasladar nuestra preocupación al ginecólogo o la matrona. Probablemente el parto sea más corto y sencillo que el anterior. Si fue cesárea, no quiere decir que éste tenga que serlo, siempre teniendo en cuenta los motivos que la provocaron.


Ya sabemos lo que es tener un bebé, así que aunque tengamos más trabajo, estaremos más seguras en nuestro papel. En los aspectos prácticos ya estamos más organizadas y eso siempre ayuda. Además, aunque compremos ropita para nuestro nuevo bebé, la mayoría de las cosas podemos aprovecharlas, suponiéndonos un ahorro de tiempo, dinero y preocupaciones.

 


PREPARARNOS EMOCIONALMENTE


Durante este embarazo, la falta de tiempo será el principal obstáculo para ir haciéndonos a la idea de que en poco tiempo tendremos en nuestros brazos otro bebé. Aprovecharemos pequeños ratitos para pensar en él, hablándole y estableciendo una conexión entre ambos.

 

Asistir a las clases prenatales no está de más, ya que en esta ocasión tendremos otras preocupaciones que podemos resolver con la matrona. Dedicar tiempo a nuestra vida de pareja también es necesario, pues compartir la ilusión y comentar nuestras dudas nos ayudará de cara a esta nueva etapa. Por otro lado, el ejercicio físico ligero como caminar, ayuda a nuestro estado de ánimo; media hora al día es suficiente para encontrarnos mejor.

 

Hacer partícipe del embarazo a nuestro hijo, ayudará a que no se sienta desplazado y que viva con ilusión la espera del nuevo bebé.

 


LOS CAMBIOS QUE SE APROXIMAN


La llegada del segundo hijo y el hecho de cuidar de dos a la vez, puede desbordarnos al principio. Lo mejor es intentar organizarnos antes de que nazca el bebé.


Tras el nacimiento, los dos primeros meses pueden resultar agotadores ya que probablemente nuestro principal objetivo consista en intentar que el bebé desarrolle patrones regulares de alimentación y sueño, a la vez que intentamos anticiparnos y atender a las necesidades y emociones cambiantes de nuestro primogénito.


Una de las ventajas con la que tenemos que contar, es la mayor confianza en nuestras habilidades y experiencia. Amamantarlo, o en su caso prepararle el biberón, cambiarle los pañales, bañarlo, detectar cuándo está enfermo ya no serán los grandes retos que suponían con el primer bebé y eso nos relajará.


 

EL HERMANO MAYOR


Al igual que con el primero, la llegada del segundo hijo conlleva un periodo de adaptación para todos los miembros de la familia.

 

Dependiendo de su edad, nuestro primogénito se va a ir dando cuenta de una u otra manera de que las cosas van cambiando (en especial, la barriguita de mamá). Lo ideal es compartir con él la situación de forma natural y asumir que supondrá un cambio para todos.

 

No hay que ocultar nada, pero tampoco forzar las conversaciones convirtiéndolo en el tema central del día, ya que agobiarle no aporta nada. En cualquier caso, tendremos en cuenta su edad: no lo percibirá igual un niño de dos años que uno de cuatro. No sabemos cómo va a reaccionar ante la nueva situación. Aunque una de nuestras peocupaciones sea evitar su sufrimiento, no podemos imponerle cómo debe sentirseEs importante que este hito en su vida no coincida con el adiós al chupete, al pañal o el inicio en la escuela infantil.


Si el primer hijo es muy pequeño, tras el nacimiento de su hermanito puede manifestar regresiones tales como volver a pedir el chupete, el biberón y olvidar el control de esfínteres. Los niños mayores quizá exterioricen sus sentimientos a través de rabietas o negándose a comer. De cualquier manera, esto suele ser transitorio así que tendremos que armarnos de paciencia y pensar que pasará.


Animarle a ejercer de hermano mayor puede ayudarle a ello. No se trata de obligarle a cuidar del bebé sino de que se divierta decorando su habitación, eligiendo su ropita o prestándole juguetes de cuando era bebé. Regalarle algo simbólico que le haga ilusión también es una buena opción. Hay cuentos dirigidos especialmente para niños que se enfrentan a esta nueva situación.

 

Una vez haya nacido el bebé, pediremos a las visitas que lleven un detalle al nuevo hermano mayor para que no se sienta desplazado y pueda participar en el gran acontecimiento.


Cuando ya esté toda la familia en casa, reservaremos un tiempo especial a solas con él para disfrutar de sus actividades preferidas. Es importante que vea que, aunque el bebé reclama gran parte de nuestra atención, sigue habiendo tiempo para él y que le queremos más que nunca.

 

 

CONSEJOS PARA LA NUEVA ETAPA


Hay varias pautas que pueden ayudarnos a superar la situación de desbordamiento que podemos vivir.


  • Priorizar.


  • Delegar y dejarnos ayudar, especialmente durante los primeros días.


  • Si podemos, contratar a una persona para las tareas domésticas una vez por semana, especialmente durante los dos primeros meses. Sentirnos liberadas de actividades como planchar nos dará un respiro.


  • Con antelación podemos dedicarnos a cocinar y congelar comida que nos sacará de más de un apuro en los primeros momentos. Surtirnos de alimentos de preparación rápida o latas también nos ayudará. Reorganizar la casa con antelación y hacer espacio nos hará verlo todo más claro.


  • Encontrar un ratito para nuestras propias necesidades: ir a la peluquería, darnos un baño, leer una revista o escuchar música con los auriculares…

 

Tras este periodo de adaptación que puede resultarnos más o menos complicado, todos empezaremos a disfrutar de nuestra gran familia. ¡Enhorabuena!

 

*Si te ha resultado interesante este artículo, te animamos a seguirnos en Facebook y Twitter.

 


*Si te ha resultado interesante este artículo, te animamos a seguirnos en Facebook y Twitter

El diario del bebé

ENVÍE SU COMENTARIO
El Diario del Bebé
Facebook Twitter
El Diario del Bebé
Los contenidos de esta web únicamente tienen carácter informativo; en ningún caso pretenden sustituir la opinión de un profesional de la salud.
Ante cualquier duda consulte siempre con su médico o pediatra.
Otros periódicos del Grupo Ediciones Digitales Siglo 21
Secciones
Contacto

Aviso Legal
© CopyRight El Diario del Bebé