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¿Embarazada en otoño? ¡Disfrútalo!
Por Redacción, 07-10-2014 11:45:48
SÉRAPHINE COLECCIÓN OTOÑO-INVIERNO 2014-2015

El Diario del Bebé.

El otoño es una buena época para vivir el embarazo: decimos adiós a las altas temperaturas veraniegas sin sufrir aún la dureza del invierno. No obstante, los cambios bruscos de temperatura también son peligrosos ya que a menudo vienen acompañados de un buen constipado.


Al no tener que abrigarnos demasiado, todavía nos resultará cómodo vestirnos y, en principio, con una chaqueta o prenda de entretiempo será suficiente. Tampoco son necesarias las botas y el zapato muy cerrado, que probablemente nos resulte incomódisimo si se nos hinchan los pies.


En la parte menos buena hay que señalar que en los días lluviosos típicamente otoñales, tal vez nos dé pereza salir a pasear, actividad muy recomendada durante la gestación. También tendremos que prestar atención al suelo mojado para evitar indeseables resbalones.



¿QUÉ ME PONGO?

 

Estar embarazada no supone tener que renunciar a tu estilo personal, aunque en ocasiones resulte complicado encontrar prendas que se adapten a él o a nuestras circunstancias.

 

Si es tu primer embarazo, es probable que hasta el segundo trimestre no necesites prendas específicas para tu nuevo estado. En caso contrario, es probable que la barriguita se empiece a notar antes, pero ya tienes la experiencia de vestir embarazada.


Si sigues trabajando, busca un look cómodo y adecuado, pensando en el tipo de labor que desempeñas. Los complementos como pañuelos y bisutería son un buen aliado para completar tu vestuario.


Prendas básicas como chaquetas largas, jerseys oversize, vestidos cortos, pantalones pitillo, vaqueros, botines y gabardinas podrán seguir formando parte de tus looks diarios. Respecto a los pantalones, será interesante adquirirlos adaptados ya a la figura de la embarazada, por ejemplo con cinturilla extensible para no ejercer demasiada presión en el vientre.


Tampoco se aconseja el uso constante de prendas muy ceñidas a las piernas, ya que no favorece la circulación, tan resentida durante el embarazo.


Para evitar el dolor en la espalda y en las piernas, es preferible optar por un calzado no demasiado bajo ni alto para el día a día. Además, los pies agradecerán el  uso de materiales naturales. Lo habitual es que se hinchen bastante con lo que no está de más utilizar añadir un número al que calzamos habitualmente.


 

EL CUIDADO DE LA PIEL


El cabello y la piel son de los grandes beneficiados durante la gestación. Las embarazadas sienten el pelo más voluminoso y brillante y la piel más tersa y resplandeciente.


Durante la gestación es importante mantener los cuidados básicos de la piel: hidratación, limpieza y una crema facial adecuada al tipo de piel con protección solar mínimo 15. 


Los cambios hormonales propios del embarazo pueden provocar alteraciones en la piel, entre otros, la aparición de manchas en rostro y cuello, el oscurecimiento de lunares y pecas, el cloasma (manchas que desaparecerán tras el embarazo) o un ataque repentino de acné.


Por lo general, podremos seguir utilizando nuestras cremas faciales exceptuando los tratamientos para el acné y las cremas para blanquear las manchas. Los productos de maquillaje como colorete, rímel, o eyeliner resultan inocuos para el bebé. 

 

En el caso de observar alguna reacción alérgica a alguno de los productos habituales, bastará con suspender su uso por lo menos hasta que haya nacido el bebé. De igual modo, no se recomienda probar nuevos productos para evitar reacciones de la piel. 

 

Especial atención merecen los labios, que tienden a agrietarse con los cambios bruscos de temperatura.


Para que la piel del cuerpo no acuse tanto el cambio durante estos meses es imprescindible su hidratación diaria a fin de mantenerla flexible. Para evitar las estrías en el abdomen, pecho, caderas y glúteos, masajearemos estas zonas con una buena crema o aceite, pero nunca con aceites esenciales ya que por su alta concentración de activos están prohibidos durante el embarazo. Tampoco se recomienda el uso de cremas anticelulíticas.

 

Una piel sana casi siempre va asociada a una buena alimentación. La ingesta de líquidos, en especial agua, ayuda a mantener la elasticidad de la piel. Las vitaminas y el agua que contienen las frutas y verduras frescas, también contribuir a mantener la piel sana. Recuerda que antes de comer estos alimentos, hay que extremar las precauciones y lavarlos muy bien.

 

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