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Proteínas esenciales para la fertilización
Por Redacción, 03-11-2015 08:04:00

El Diario del Bebé.

Existen proteínas que interactúan en la superficie del esperma y el óvulo, esenciales para la vida de los mamíferos. Estas proteínas, que permiten al esperma y al óvulo reconocerse mutuamente, ofrecen nuevos pasos para mejorar los tratamientos de fertilidad y el desarrollo de nuevos métodos anticonceptivos.

La fertilización ocurre cuando un óvulo y un espermatozoide se reconocen mutuamente y se fusionan en forma de embrión. La proteína Izumo, presente en el esperma que reconoce el óvulo, fue identificada en 2005 por investigadores japoneses, pero su cruce con el óvulo ha sido un misterio hasta ahora.

Hay una proteína única que se emparejó con Izumo y es necesaria para su fertilización. La proteína se llamó Juno, como la Diosa romana de la fertilidad.

"Hemos resuelto un gran misterio en biología identificando las moléculas presentes en el esperma y el óvulo que deben unirse en el momento de la concepción", afirma Gavin Wright, uno de los autores del Instituto Sanger. "Sin esta interacción esencial, la fertilización no puede ocurrir".

Los científicos crearon una versión artificial de la proteína Izumo y la usaron para identificar modelos en la superficie del óvulo. El equipo desarrolló ratones hembra que carecían de la proteína Juno en la superficie de sus óvulos. Estos ratones eran infértiles y sus óvulos no se fusionaban con esperma normal, teniendo en cuenta que la proteína Juno es esencial para la fertilidad en los ratones hembra. Del mismo modo, los ratones macho que carecían de la proteína Izumo eran también infértiles.

"La fusión de las proteínas Izumo-Juno es la primera interacción esencial conocida entre óvulo y esperma en cualquier organismo", asegura Enrica Bianchi, primer autor del Instituto Wellcome Trust Sanger. "La fusión de ambas proteínas es muy débil, lo que probablemente explica por qué ha permanecido como un misterio hasta ahora", afirma.

El equipo descubrió que, tras la fase inicial de fertilización, hay una repentina pérdida de la proteína Juno en la superficie del óvulo, llegando a ser virtualmente indetectable pasados 40 minutos. Esto puede explicar por qué el óvulo, una vez fertilizado por la primera célula de esperma, pierde la capacidad de reconocer más esperma. Todo ello previene la formación de embriones que, de otra manera, tendrían demasiados cromosomas y morirían.

El equipo está ahora monitorizando mujeres infértiles para entender si los defectos en el receptor Juno son una causa de infertilidad. En ese caso, con un sencillo test de monitorización genética se podría indicar un tratamiento para que las mujeres pudieran concebir de forma natural, sin tener que someterse al gasto y al estrés que suponen los tratamientos asistidos de fertilidad.


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Tags:bebé,   embarazo,   lactancia,   ,  
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