El Diario del Bebé.
La importancia de la higiene personal aumenta durante el embarazo. La ducha diaria, el cuidado de los dientes, lavarse las manos antes de las comidas y durante la preparación de los alimentos (sobre todo si son crudos) son unos requisitos mínimos.
La ducha y el baño con agua y jabón neutro no sólo estimulan la circulación sino que funcionan como relajantes. Mejor decantarse por la ducha antes que el baño ya que después de éste se produce un exceso de deshidratación cutánea. Se procurará que la presión del agua sea suave y su temperatura no muy alta para evitar la dilatación de las venas. En ambos tendremos especial cuidado para evitar posibles resbalones. Si no podemos renunciar al baño, además de cuidar su duración y la temperatura del agua, será recomendable finalizarlo con una ducha de agua fría para favorecer la circulación. Los geles indicados deben ser suaves sin acción desodorante. La exfoliación de la piel es un buen complemento para su higiene.
Durante el último mes de embarazo prescindiremos totalmente de la bañera ya que el tapón mucoso podría estar ablandándose. Tampoco nos bañaremos en caso de contracciones de parto o rotura de bolsa. Evitaremos sauna, baños turcos y bañeras de hidromasaje. El jacuzzi sólo podrá utilizarse en el caso de no recibir los chorros directamente en el abdomen, si el agua no está muy caliente y evitando las tres últimas semanas de gestación.
Debe prestarse especial atención a los pezones y areolas mamarias. Para evitar la formación de grietas se lavarán con agua tibia y jabón aplicándose después una pomada que contenga vitamina A (recomendada por el médico).
Para una correcta higiene íntima bastará con la ducha o el baño. Están prohibidas las duchas o irrigaciones vaginales ya que podrían introducirse gérmenes en nuestro organismo.
La higiene del cabello también es importante. Por lo general, el cabello se ensucia menos durante el embarazo, así que será suficiente con lavarlo con un champú suave y luego aplicar la crema suavizante habitual. Suspenderemos los tratamientos anticaída durante la gestación.
El cuidado de los pies se completará con una crema exfoliante y el uso de piedra pómez para eliminar las durezas. En la recta final será más cómodo acudir a un centro de estética para realizar la pedicura ya que resultará complicado llegar a ellos.
La higiene dental reviste especial importancia debiendo visitar al dentista al menos una vez durante esta etapa ya que aumenta el riesgo de caries (debido a la acumulación de placa bacteriana y a la alteración del pH de la saliva por influjo hormonal). La limpieza bucal será regular dos veces al día (mañana y noche) aunque lo ideal es el lavado de dientes después de cada comida. El uso de colutorios o enjuagues antisépticos reducirá el riesgo de infecciones de encías (gingivitis).
En general, podemos mantener nuestros productos de baño o cremas faciales exceptuando los tratamientos para el acné y las cremas anticelulíticas. En el caso de observar alguna reacción alérgica bastará con suspender su uso. De igual modo, no se recomienda probar nuevos productos para evitar reacciones de la piel. Para paliar el aumento de la sudoración seguiremos utilizando nuestro desodorante.
Para que la piel no acuse tanto el cambio durante estos meses es imprescindible su hidratación diaria para mantenerla flexible. Para evitar las estrías en el abdomen, pecho, caderas y glúteos, masajearemos estas zonas con una buena crema o aceite, pero nunca con aceites esenciales ya que por su alta concentración de activos están prohibidos durante el embarazo. Como la piel tiende a una mayor predisposición a la aparición de manchas, es recomendable que las cremas faciales tengan protección solar mínimo 15 mientras que en las corporales utilizaremos un FP40.
Especial atención requieren el cuidado de los animales domésticos y las tareas de jardineríaen las que hace imprescindible el uso de guantes.
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El diario del bebé
Ante cualquier duda consulte siempre con su médico o pediatra.
